Todos hemos notado el bajón de nivel que ha sufrido Roger Federer esta temporada a pesar de que sólo ha disputado dos torneos: el Open de Australia, donde cayó en semifinales y el recién finalizado torneo de Dubai, donde ha caído en primera ronda. Pues bien, podría tener una explicación. Por lo visto el suizo padece de la ‘enfermedad del beso’, fiebre glandular o mononucleosis, que es una infección causada por un virus cuyos síntomas incluyen fiebre, dolor de garganta, dolores de cabeza y sentimiento de cansancio.
Federer está en tratamiento desde hace apenas dos semanas, poco antes de comenzar el torneo de Dubai, ya que antes se pensaba que sólo era un virus consecuencia de la ingesta de comida en mal estado.
"Roger averiguó hace un par de semanas que tenía mononucleosis y no lo sabía. Es probable que le perjudicara. Él no quiere poner ninguna excusa ni culpar a nadie. Si sus doctores hubieran sabido que tenía esa enfermedad, no le habrían dejado jugar", dijo su agente, Tony Godsick.
"Me sentía bien en diciembre hasta el momento en que enfermé. Ha sido mi problema en las últimas semanas. Los doctores me han dicho que lo llevaré incubando durante al menos seis semanas. No he entrenado y trabajado como realmente quería durante diez días porque tienes que ser realmente cuidadoso con la mononucleosis", declaró el tenista.
A pesar de todo Roger jugará el lunes un partido de exhibición contra Pete Sampras en el Madison Square Garden.
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